Hermosa Rosa Baigorria… Rosita, como la conocen todos.
Llegó silenciosa, buscó un lugar para cambiar su ropa. Preparó sus pinceles. Observó detenidamente la pintura*. Evaluó los colores. Pensó y diseñó lo que iba a plasmar en esa blanca pared.
Así comenzó el mural, junto a su nieta y mi bella Antonella que no se separó un minuto de allí. Poco a poco los colores fueron apareciendo, el cielo, el sol, las sierras, las flores… hasta un corazón simbolizando el amor presente en esa pintura.
Mientras Brisas del norte cantaba y endulzaba los oídos de los abuelos, Rosita pintaba y pintaba. Casi nadie se daba cuenta de lo que estaba sucediendo. Y Rosita pintaba y pintaba.
De pronto, todos miramos hacia esa pared que durante años fue blanca y descubrimos los colores… el paisaje y las palabras de Rosita: “Siempre se puede”.
De ahora en más, cada mañana, esa pared brillará con cada rayo de sol. Cada mañana los abuelos despertarán y al pasar por allí sus ojos se iluminarán con el mural que, con tanto amor y dedicación, les regaló Rosita Baigorria.
*Pintura que solidariamente nos regaló Pablo Agustín Fernández Torres. Gracias para él!!!
Llegó silenciosa, buscó un lugar para cambiar su ropa. Preparó sus pinceles. Observó detenidamente la pintura*. Evaluó los colores. Pensó y diseñó lo que iba a plasmar en esa blanca pared.
Así comenzó el mural, junto a su nieta y mi bella Antonella que no se separó un minuto de allí. Poco a poco los colores fueron apareciendo, el cielo, el sol, las sierras, las flores… hasta un corazón simbolizando el amor presente en esa pintura.
Mientras Brisas del norte cantaba y endulzaba los oídos de los abuelos, Rosita pintaba y pintaba. Casi nadie se daba cuenta de lo que estaba sucediendo. Y Rosita pintaba y pintaba.
De pronto, todos miramos hacia esa pared que durante años fue blanca y descubrimos los colores… el paisaje y las palabras de Rosita: “Siempre se puede”.
De ahora en más, cada mañana, esa pared brillará con cada rayo de sol. Cada mañana los abuelos despertarán y al pasar por allí sus ojos se iluminarán con el mural que, con tanto amor y dedicación, les regaló Rosita Baigorria.
*Pintura que solidariamente nos regaló Pablo Agustín Fernández Torres. Gracias para él!!!
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